jueves, 23 de junio de 2011

HISTORIA DE SARMIENTO


El 15 de febrero de 1811 Nace en la ciudad de San Juan, siendo el quinto hijo de José Clemente Sarmiento y Paula Albarracín y Oro.

El 22 de abril de 1816 Ingresa en la Escuela de la Patria, que abría sus puertas ese día en San Juan.

En 1821 A comienzos de este año su padre lo lleva a Córdoba para hacerlo ingresar en el Seminario de Loreto; más tarde regresan ambos sin poder cumplir sus deseos.

1823 4 de marzo. José Clemente Sarmiento solicita lugar en el Colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires, para su hijo Domingo Faustino, desplazado en el sorteo de becas.

1825 A mediados de este año se instala con su tío, el padre José de Oro, en San Francisco del Monte (San Luis), donde enseña a leer a hombres y mujeres de la comarca.

1827 A principios de año regresa a San Juan y atiende el comercio de su tía, Angela Salcedo.

1828 17 de junio. Es nombrado subteniente de la 2ª. Compañía del batallón de infantería provincial de San Juan.

1829 10 de junio. Participa en el combate de Niquivil, a las órdenes del general Nicolás Vega.

22 de septiembre. En el combate de Pilar (Mendoza) se desempeña como ayudante del general Rudecindo Alvarado.

1830 13 de abril. Es ascendido a ayudante del Escuadrón de Dragones de la Escolata.

14 de agosto. Se lo promueve a ayudante del 1er. batallón de la Milicia de Caballería provincial de San Juan.

1831 Emigra a Chile y se hace cargo de la Escuela Municipal de la localidad de Los Andes.

1832 Sale de Los Andes y pasa a atender la escuela primaria de Pocuró.

1833 En los primeros meses de este año reside en Valparaíso como dependiente de comercio. Finaliza el año trabajando como mayordomo en la mina de plata La Colorada, en Copiagó, propiedad del citado general Vega.

1836 Regresa a San Juan y se dedica a la enseñanza.

1839 9 de junio. Inaugura en San Juan el Colegio de señoritas, bajo la advocación de Santa Rosa de América.

20 de julio. Publica en San Juan el primer número del periódico El Zonda. El 25 de agosto el gobierno ordena suspender su publicación.

1840 8 de noviembre. Es detenido y puesto en prisión en San Juan por hallarse comprometido en una conspiración.

18 de noviembre. La soldadesca lo saca de su prisión e intenta lancearlo. Se salva por mediación del gobernador.

19 de noviembre. Abandona la provincia de San Juan por orden de las autoridades, y se traslada a Chile. En el trayecto, al pasar por los baños de Zonda, deja escrita en una piedra esta frase: On no tue point les idées, que luego traduciría como: "íBárbaros! Las ideas no se degüellan".

1841 En el mes de enero se radica en Santiago de Chile en compañía de Manuel Quiroga Rosas.

11 de febrero. Publica su primer artículo en El Mercurio de Valparaíso.

14 de abril. Aparece por primera vez en Santiago el periódico El Nacional, del que es redactor principal, y bajo cuya dirección fueron editados nuevos números.

25 de septiembre. Pretende volver a la Argentina, y al llegar a la cordillera se encuentra con los restos de la fuerza de Lamadrid, fugitivos de Rodeo del Medio, a cuyo favor organiza una expedición de auxilio.

1842 18 de enero. Por su iniciativa se crea en Santiago de Chile la primera Escuela Normal de Sud América.

20 de enero. El gobierno chileno lo nombra director de la Escuela Normal.

10 de septiembre. Aparece El Progreso, primer diario que ve la luz en Santiago de Chile fundado y redactado por Sarmiento.

23 de diciembre. Con Vicente Fidel López funda en esa ciudad, El heraldo argentino, del que sólo aparecen dos números.

1843 25 de enero. Ante los tribunales de Santiago promueve querella por calumnias contra Domingo S. Godoy.

En febrero aparecen en Santiago las seis entregas de Mi Defensa.

17 de octubre. En la Facultad de Humanidades de Chile pronuncia dos conferencias sobre ortografía americana.

1845 5 de enero. Presenta a la Universidad los manuscritos de su Método de lectura gradual.

10 de febrero. Comienza a publicarse en El Progreso, y bajo la forma de folletín, la biografía de Aldao.

2 de mayo. Aparece en El Progreso la primera publicación, también en folletín, de Civilización y barbarie - Vida de Juan Facundo Quiroga.

17 de octubre. Viaja a Europa y a Estados Unidos de América, enviado por el gobierno chileno para observar la organización y los métodos adoptados por la instrucción primaria.

18 de octubre. En Valparaíso se embarca a bordo de la nave Enriqueta, y a fines de diciembre llega a Montevideo donde permanece alrededor de dos meses; posteriormente reside en Río de Janeiro durante 50 días.

1846 6 de mayo. Desembarca en el puerto de El Havre (Francia).

24 de mayo. Realiza su primera visita a San Martín, en su residencia de Grand Bourg.

1 de octubre. La Revue de deux Mondes, de Paris, con lafirma de Charles de Mazade, comenta elogiosamente el Facundo en extenso artículo.

6 de octubre. Llega a Madrid, procedente de Francia.

24 de diciembre. Desembarca en Argel, luego de una visita a Barcelona.

1847 Entre los meses de enero y junio viaja desde África hacia Marsella y desde aquí a Roma, para proseguir luego hacia el norte de Italia. Luego recorre Berlín y otras ciudades alemanas.

13 de junio. Está de regreso en París después de completar su gira por Alemania y los Países Bajos.

17 de agosto. Se embarca en Liverpool rumbo a Estados Unidos de América, luego de haber estado en Londres y Birmingham. El 15 de setiembre llega a Nueva York.

1 de octubre. En esta fecha realiza una visita a Horacio Mann en Newton Eart.

4 de noviembre. Llega a La Habana y más tarde, el 8 de diciembre, parte hacia Santiago de Chile.

1848 El 24 de febrero desembarca en Valparaíso, después de recorrer los países del pacífico.

19 de mayo. Contrae enlace en Chile con Benita Martínez Pastoriza.

22 de diciembre. Muere su padre, a los 70 años de edad, en San Juan.

1849 28 de enero. Funda en Santiago el periódico La Crónica.

En los primeros meses de este año se publica De la educación popular. El 11 de abril Rosas reclama su extradición para juzgarlo como conspirador.

El 22 de abril se edita el primer tomo de Viajes en Europa, África y América, y el 1º de mayo aparece en Santiago el primer número de La Tribuna, editado por Julio Berlín, su yerno, casado con Ana Faustina Sarmiento, nacida en 1831.

El 21 de julio se produce un nuevo pedido de extradición formulado por Rosas y rechazado por el gobierno de Chile.

1850 En febrero (?) aparece en Santiago Recuerdos de Provincia.

En marzo el público de Santiago conoce su ensayo titulado Argirópolis.

1851 El 12 de septiembre se embarca en Valparaíso en compañía de Mitre y otros militares rumbo a Montevideo, para incorporarse al ejército que prepara Urquiza.

El 2 de noviembre desembarca en Montevideo.

1852 3 de febrero. Interviene en la batalla de Caseros, y el 24 del mismo mes se ausenta para Río de Janeiro.

El 18 de mayo emprende el regreso a Chile.

El 12 de noviembre publica en Chile Campaña del ejército grande y abre con este libro la polémica con Alberdi.

1853 13 de abril. Publica en Santiago el primer prospecto de lo que se llamará después Las ciento y una en respuesta a las Cartas sobre la Prensa y la política militante en la República Argentina, más conocidas como Cartas quillotanas, de Juan Bautista Alberdi.

1854 El 12 de enero llega a Mendoza. Inmediatamente es detenido y encarcelado junto con toda su familia, pues se lo acusa de conspirar. El 9 de febrero los tribunales de esa ciudad lo absuelven.

1855 4 de mayo. Procedente de Chile, y después de una breve estadía en San Juan, llega a Buenos Aires y se instala por más de cinco años.

27 de agosto. Es nombrado profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Buenos Aires.

1861 31 de enero. A causa de los sucesos de San Juan, renuncia como ministro de Gobierno de Buenos Aires, cargo que desempeñaba desde el 4 de mayo de 1860.

1862 9 de enero. Es designado gobernador interino de San Juan.

El 20 de febrero reaparece El Zonda.

1863 29 de octubre. Integra las milicias del comandante Irrazábal que derrotan a las montoneras de El Chacho..

1865 El 15 de mayo desembarca en Nueva York en viaje desde Lima. Luego viajará a París, donde recibirá diversos homenajes.

1868 El 2 de febrero se proclama su candidatura a la presidencia, y el 12 de octubre del mismo año asume el mando, luego de haber ganado las elecciones.

1870 El 3 de febrero Urquiza lo recibe con grandes honores, en el palacio de San José (Entre Ríos).

1873 23 de agosto. En horas de la noche, al cruzar en su carruaje la esquina de Maipú y Corrientes, en Buenos Aires, tres individuos atentan contra su vida. Resulta ileso.

24 de septiembre. Preside la inauguración del monumento a Belgrano en la Plaza de Mayo, de Buenos Aires.

1874 12 de octubre. Transmite el gobierno de la república a su sucesor legal, el doctor Nicolás Avellaneda, y se retira a su hogar.

1875 26 de octubre. El gobierno de Buenos Aires lo nombra inspector general de escuelas.

1879 1 de septiembre. Es nombrado ministro del Interior por el presidente Avellaneda.

1880 9 de abril. Desde las gradas de la catedral, vestido de general, entrega la bandera al batallón 11 de Infantería y pronuncia un discurso memorable.

1884 Entre los meses de febrero y abril realiza un viaje a Chile en misión cultural.

1886 En junio de este año viaja a Rosario de la Frontera por problemas de salud. En diciembre es nombrado presidente de la comisión nacional de auxilios en el interior.

1887 A principios de mayo viaja a Asunción del Paraguay donde permanece cinco meses.

1888 El 26 de mayo parte por segunda vez hacia Asunción, acompañado de su hija Faustina y otros miembros de su familia.

En la madrugada del 11 de septiembre deja de existir en su residencia de Asunción; el 21 de septiembre llegan sus restos a Buenos Aires y son sepultados en una emocionante ceremonia en la que el pueblo y las escuelas forman un cortejo imponente.

1900 25 de mayo. Se inaugura en el paseo de Palermo, en Buenos Aires, la estatura de Domingo Faustino Sarmiento, obra del escultor Augusto Rodin.












Obras
Facundo y su proyecto. - Como casi todos los textos de Sarmiento.
Facundo responde a una circunstancia precisa e inmediata; como casi todos ellos, también la trascienden, ampliando la motivación concreta.
En abril de 1845 llega a Chile Baldomero García, enviado de Rosas, quien, entre otras cuestiones, trae como misión protestar por la campaña antirrosista de los exiliados argentinos, en especial la de Sarmiento.
Este hecho precipita la aparición de Facundo: el 1 de mayo se anuncia como folletín en El Progreso, comienza a editarse al día siguiente, y continúa por tres meses. El 28 de julio, El Progreso también publica el libro: Civilización y Barbarie, vida de Facundo Quiroga.
Costumbres y ritos de la República Argentina, llamado siempre Facundo a secas por Sarmiento, quedando este título consagrado por el uso. Desde el año anterior Sarmiento pensaba en Quiroga como personaje ejemplificador de su concepción de la barbarie, según lo revela su artículo de Progreso de 28 de agosto de 1844.
Certifican asimismo el proyecto la carta a Anselmo Rojo de 22 de febrero de 1845 -"pienso recolectar datos para la biografía de Quiroga.
-Este ser un cuadro brillante y está mandando a la revista de Ambos Mundos para que se publique"-, y los pedidos de información a Antonio Aberastain y a Amaranto Ocampo.
La premura con que debió escribir la obra es reiterada por Sarmiento una y otra vez: en el anuncio de Fin Progreso ("Un interés del momento).
Premioso y urgente a mi juicio, me hace trazar rápidamente un cuadro que había creído poder presentar algún día, tan acabado como me fuese posible. He creído necesario hacinar sobre el papel mis ideas tales como se presentan, sacrificando toda pretensión literaria a la necesidad de atajar un mal que puede ser trascendental para nosotros".), En la "Advertencia del autor" a la primera edición, en la carta a Alsina y al general Paz (de 22 de diciembre de 1845); en esta última amplía la intencionalidad política ("Remito a S. E. un ejemplar del Facundo que he escrito con el objeto de favorecer la revolución y preparar los espíritus.
Obra improvisada, llena de inexactitudes, no tiene otra importancia que la de ser uno de tantos medios para ayudar a destruir un gobierno absurdo y preparar el camino a otro nuevo.") De la carta a Rojo citada, al privilegiar un destinatario europeo, de modo de incidir sobre la imagen de Rosas ante Francia e Inglaterra para lograr un apoyo directo en la lucha que argentinos y uruguayos sostienen desde Montevideo.
Conviene retomar algunas de estas afirmaciones sarmientinas. Sarmiento sale al paso ante posibles rectificaciones sobre la historia contada. Se las hicieron, especialmente Alsina y Alberdi. Promete también revisar su trabajo. Nunca lo hace. Pues si bien es cierto que corrigió y suprimió partes del texto en las sucesivas ediciones, lo hizo siempre llevado por razones políticas del momento. Cuando plantea una corrección consulta a Dalmacio Vélez Sarsfield y a su hija Aurelia Vélez, que disienten en el consejo. El primero le recomienda: "Me parece que el Facundo mentira (subrayado en el original) ser siempre mejor que el Facundo verdadera historia" (carta de octubre de1865), y Sarmiento decide en carta a la segunda: "No tocar‚ con mis trémulas manos de viejo al Facundo por complacerla a usted, cuyo juicio y cariñosa tutela respeto y acato. . ." Dudosa es también su afirmación de "sacrificar" las pretensiones literarias. Veamos el proyecto explícito de la "Introducción" y de la "Carta a Alsina". El acápite de Villemain autoriza una historia apasionada; el Curso de literatura de donde procede la cita, coloca a la obra en el sistema de la literatura. Es ésta una elección expresa y marcada, más allá del hecho de que la Historia perteneciera aún a las Bellas letras y, por lo tanto, fuera objeto a considerar en el libro de Villemain, "Pobre librejo", "estos ligeros apuntes" es la calificación del autor (el mismo que no tocar con sus "trémulas manos de viejo" un texto cuya eficacia expresa de este modo: "Y luego los ricos, no despojen al pobre quitando la venda de los ojos a los que lo traducen - se refiere a la traducción al italiano de Facundo -, cuarenta años justos después de haber servido de piedra para arrojarla ante el carro triunfal de un tirano, y ­ cosa rara! El tirano cayó abrumado por la opinión del mundo civilizado, formada por este libro extraño, sin pies ni cabeza, informe, verdadero fragmento de peñasco que se lanza a la cabeza de los titanes." O. C., v. 46).
El proyecto de Sarmiento en el Facundo es múltiple. En primer lugar se propone explicar el enigma de la realidad nacional analizando las causas de orden histórico, geográfico, social, desde el estudio de la vida de Quiroga para entender el actual gobierno de Rosas. Justifica teóricamente la elección de la biografía y del personaje, explica la información y la documentación utilizada, tanto como el modo de composición -"poner antes las decoraciones y los trajes americanos, para mostrar enseguida al personaje", a fin de evitar comentarios y explicaciones.
Recuerdos de provincia. - Sarmiento escribe su segunda autobiografía en un momento muy particular. Presiente el fin del rosismo y concentra sus ataques, ante los cuales Rosas reacciona con un nuevo pedido de extradición en julio de 1849, rechazado por el gobierno de Chile.
Recuerdos de provincia responde a esta presión ciñiéndose a los acontecimientos del Plata: Presentes en cuanto a la difamación de su nombre por el rosismo; e inminentes, en cuanto una nueva situación política parece abrirse ya para los exiliados, requiriendo un balance de la propia participación en la lucha y en la elaboración del programa futuro. Esta doble perspectiva se explicita claramente en la obra. Para contener el ataque de Rosas, señala a los chilenos que su situación de desterrado es similar a la de otros chilenos que en la Argentina hallaron seguro refugio a su exilio, pero también la hermana con la de muchos argentinos insignes ("De estos argentinos ilustres, todos los que han desempeñado cargos públicos, están en el destierro o han muerto en las matanzas y en las persecuciones que les ha suscitado don Juan Manuel de Rosas..."), Por otra parte, señala a los argentinos su lucha y su aporte, no sólo a través de la exposición de la historia de su vida como Vida ejemplar, nacida y transcurrida al calor de la patria, sino específicamente en la enumeración de sus obras, detalladas al final del libro, una a una, como quien cierra un curriculum. Pero, además, en el prólogo dedicatoria privilegia un destinatario: sus compatriotas, "sus conciudadanos'", "un centenar de personas", "los que no quieran juzgarme sin oírme, que eso no es práctica de hombres cultos"; a ellos dirige la reivindicación de su nombre y de su estima. Es también por ello que modera los ataques radicalizados de obras anteriores, excepción hecha del enemigo común - Rosas y las montoneras -. Basta comparar las referencias a Córdoba, a los unitarios, a la colonia, de Facundo y de Recuerdos de provincia; aquí aparecen atemperadas, marcadas por el esfuerzo de comprensión, cuando no valorizadas a partir del afecto. Tulio Halperin Donghi, entre otros, considera que influye en este cambio - su comparación toma Mi de feas y Recuerdos de provincia- su viaje a Europa y el fracaso de la revolución de 1848, que inclinan a Sarmiento hacia una prudencia inexistente en su obra anterior ("ese doble descubrimiento agrega nuevos matices a la vieja contraposición entre civilización y barbarie, permite sobre todo valorar de modo nuevo una tradición local cuyo provincialismo, cuya extrema simplicidad de ideales de vida están lejos. De ser vistos como puros defectos"), cuyo propósito sería "el de presentarse no como un revolucionario desarraigado sino como el heredero de una larga tradición de servicio público". El sólo mérito ha perdido valor: no es ya el hijo de sus obras y de su esfuerzo, sino el eslabón de un linaje de hombres de bien que se remonta a tres siglos, que lo califica y que contribuye a autorizar la fe, y un cierto derecho, en un futuro personal relevante.
Este proyecto nítido, rotundamente perfilado, se expresa como una particular responsabilidad y un sino compartido ("... mala estrella común a muchos hombres de mi rito que tienen que levantar uno a uno los andamios de su gloria, crearse el teatro, formar los espectadores, para poder exhibirse enseguida"). Sin embargo, la amplificación de su persona es de tal calibre que mereció la crítica acerba de algunos contemporáneos de importancia. "Sólo esa vanidad ha podido inducirle a hacer lo que hombre de pluma cuerdo no ha hecho hasta ahora: a constituirse en apologista infatigable de sí mismo y a publicar con su biografía la de toda la sacra ascendencia. El hombre ha errado el tiro. Pensó conquistar así una posición excepcional, única. Se ha convertido en blanco del ridículo y hazmerreír de todos los hombres sensatos", expresa Echeverría en carta a Juan Bautista Alberdi de 12 de junio de 1850, quien a su vez califica a Recuerdos de provincia Como "grueso volumen encomiástico que no dejó dudas de que se ofrecía al país para su futuro representante". El Proyecto enunciado da cuenta de algunos aspectos de Recuerdos de Provincia, pero en modo alguno lo agotan. Muy por el contrario, la obra ofrece perspectivas para diferentes lecturas que evidencian su complejidad y su riqueza significativa. Toda autobiografía descansa en la identificación entre autor -el ser real, referente fuera de la obra -, narrador y protagonista. Tres "yo" aparentemente superpuestos, cuyos desplazamientos y desajustes estructuran un nivel de análisis prioritario y particularmente revelador. La selección de los hechos ingresados al relato tanto como la distancia elegida entre el pasado del personaje y el presente del narrador, confluyen para articular una personalidad del Autor, entendida como mito personal.
Lejos está Sarmiento de obedecer a la intimidad vertida sin trabas, a la exaltación de la sinceridad de las Confesiones de Rousseau: no soy él yo romántico el que aflora en Recuerdos de provincia. Tampoco hay aquí espacio para la melancolía, la nostalgia o el ensueño propios del romanticismo más subjetivo. La intimidad de Sarmiento, y su sinceridad. radican más bien en la posibilidad de palpar de cerca, directa y concretamente, cómo edifica su imagen, tan sin tapujos, sin pudor casi, sabiendo que así se lo percibe, asumiendo a la vez ese efecto generalmente arrogante, pero también irónico. Los episodios narrados, los comentarios apuntan a conformar un personaje definido por su capacidad para la acción. Por ser hombre de ideas afianzadas en una solidez proveniente del carácter y calidad de los maestros - personas o libros -, de los estudios emprendidos y de la obra cumplida. La fuerza de su ingenio ocupa sin vergüenza el primer plano. Genio de carácter mesiánico, avalado su nacimiento por la calidad del linaje y cuya vida expresa las mejores tendencias surgidas en la patria. Su identidad se confunde con la Nación, puesto que su ser y la patria fueron engendrados a un tiempo. Espíritu independiente, valor, capacidad de mando, culto a los afectos familiares, responsabilidad civil, pasión por el progreso y el bien público son las cualidades de este personaje, probadas en actos que pocas veces dejan lugar a la duda o a la vacilación. El narrador insiste en plasmar una personalidad maciza, en bloque, como si pretendiera evitar indicios claros de inquietudes, contradicciones y desasosiegos que, sin embargo, conmueven su discurso.

Evolución de las ideas sociales de Sarmiento. - Al abordar el tema de los fundamentos ideo1ógicos que operan en el pensamiento de Sarmiento, es preciso señalar que nos guía un doble prop6sito: el primero, establecer la línea evolutiva de su pensamiento y el reflejo de la misma en la escritura sarmientina; el segundo, esclarecer el contenido de los influjos que convergen en sus ideas, precisando cada filiación originaria.
Porque aun cuando hay excelentes descripciones de las ideas sarmientinas, en ellas suele explicarse tal o cual influencia caracterizándola como romanticismo social, iluminismo o positivismo, citándose nombres que se inscriben esquemáticamente en determinadas corrientes culturales que son descriptas globalmente. Esta descripción muchas veces está lejos de reflejar posiciones individuales o tendenciales que inciden como fuerzas operantes en el ideario de Sarmiento.
Conviene aclarar, sin embargo, que tal esquematismo puede derivar de un hecho indudable: en el temperamento del sanjuanino hay una condición auténticamente creadora, pragmática y no teórica, que despista, pues lo aleja de una metódica y sistemática coherencia. Y así Sarmiento opina a veces como iluminista o "utópico", romántico o positivista. Sin anunciar una nueva posición su originalidad consiste en aprehender aquello que su propia intuición le señala y a lo que acaba transformando en ideas que no son sino "herramientas de trabajo", seleccionadas por su empirismo repentista para el utilitarismo del momento.
En las Obras completas de Sarmiento abundan las referencias y citas de autores que nos informan acerca de su formación intelectual; asimismo son muchas sus confidencias sobre autores preferidos o el clima intelectual de su entorno.
Se elabora así, no sin cierta dificultad, una carta informativa que describe de manera más o menos directa cómo se ha ido gestando su pensamiento, estableciendo la existencia de tres corrientes operativas que hacen a la historia de la cultura: la iluminista, que conforma un primer estadio; la romántica, derivada de un posterior romanticismo social que se superpone a la etapa anterior, y un positivismo ligeramente peculiar en los últimos años de su vida.
Las tres corrientes inciden desde distintos ángulos, desde distintos espacios temporales, en un sistema de ideas que fundamentalmente sirven al prop6sito primordial de Sarmiento: el logro de la unidad y organizaci6n nacional que habría de inscribir al territorio nacional en el registro de naciones progresistas y civilizadas.
El primer influjo intelectual que experimenta Sarmiento, se vincula con su asistencia a la Escuela de la Patria. En ella, de cuyos pormenores habla Sarmiento en Facundo, Recuerdos de provincia y Educación popular, desarrolló el sentimiento de igualdad social y de conciencia cívica de nacionalidad. Allí recibió el honor de ser considerado el primer "ciudadano". El hecho es sintomático y revela que durante los nueve altos de asistencia escolar, por lo demás el único conocimiento sistemático que conoció, estuvo en contacto con un ambiente cultural imbuido de enciclopedismo. En efecto, los hermanos Rodríguez, preceptores de la escuela; adherían a la corriente iluminista que informaba los círculos revolucionarios porteños de 1810; el supuesto que la fundamentaba radicaba en el predominio de la Razón. De este supuesto derivaban ideas políticas y económicas muy precisas, o relativas a la tolerancia, la libertad, la igualdad y el progreso que pronto serán lugares comunes.
Cabe aclarar, sin embargo, que si la doctrina era originariamente francesa, con antecedentes ingleses, siendo sus transmisores asimismo franceses -Voltaire, Diderot, Montesquieu y demás epígonos-, la influencia renovadora llegada al Plata no procedía de aquel origen sino de los núcleos ilustrados de la metrópoli española.
Civilización y barbarie: vida de Juan Facundo Quiroga, y aspecto físico, costumbres y hábitos de la República Argentina, novela bibliográfica en la que atacaba el régimen de Rosas.
Mayor vigor literario alcanzó Sarmiento en Mi defensa (1843) y Recuerdos de provincia (1850).
Campaña del Ejército Grande.
En 1883 publicó Conflictos y Armonías de las Razas en América.
En 1885, editó su última obra La vida de dominguito.



INAUGURACIÒN DE LA BIBLIOTECA

Historia de la Biblioteca
  El 30 de noviembre de 1934, siendo la Directora de la escuela la Sra. María de las Mercedes Rocha de Barisso, se inaugura la Biblioteca Escolar, designándola con el nombre de “Domingo Faustino Sarmiento”.
  Cada docente donó un libro, varias instituciones locales colaboraron con el aporte de colecciones de historia y geografía, la Cooperadora Escolar regaló dos tomos del Quijote de la Mancha y el Consejo General de Educación hizo llegar un envío de 100 textos de literatura argentina y americana.
  Esta ceremonia contó con la presencia de un nutrido grupo de padres y autoridades representativas de Adrogué, que rubricaron con sus firmas el acto inaugural de este emotivo acontecimiento.

BIOGRAFÌA DE MANUEL BELGRANO


 Nuestra escuela se llama como nuestro gran procer Manuel Belgrano.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (Buenos Aires, 3 de junio de 1770 – ibídem, 20 de junio de 1820) fue un intelectual, economista, periodista, político, abogado y militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata, actual Argentina. Participó de la Revolución de Mayo y de la Guerra de Independencia de la Argentina, y es el creador de la Bandera de Argentina.
Belgrano fue un destacado representante de la población criolla de Buenos Aires, y uno de los principales impulsores de la emancipación del país que luego se llamaría Argentina, respecto a España. Para ello en un principio promovió las aspiraciones de Carlota Joaquina en la región, aunque sin éxito. Junto a otros patriotas impulsó la destitución del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, lo cual produjo la Revolución de Mayo; Belgrano integró la Primera Junta que dirigió el gobierno desde entonces. Se le encargó la dirección del Ejército del Norte, y aunque fue derrotado por las fuerzas realistas, sentó las bases de la declaración de independencia paraguaya de 1811. En 1812 creó la bandera de Argentina en las cercanías de la ciudad de Rosario, y dirigió el éxodo jujeño, tras lo cual se impuso a los españoles en las batallas de Tucumán y Salta. Tuvo gran influencia en el Congreso de Tucumán y propuso la idea de establecer una monarquía constitucional dirigida por un noble Inca, pero no logró apoyo.
La educación fue una de sus principales preocupaciones: para ello elaboró durante su estadía en España un plan de acción con avanzadas ideas sobre la misma.
Belgrano no tenía, como él mismo lo ha dicho, grandes conocimientos militares, pero poseía un juicio recto, una honradez a toda prueba, un patriotismo puro y desinteresado, el más exquisito amor al orden, un entusiasmo decidido por la disciplina y un valor moral que jamás se ha desmentido.
General sin las dotes del genio militar, hombre de estado sin fisonomía acentuada...Sus virtudes fueron la resignación y la esperanza, la honradez del propósito y el trabajo desinteresado.
Grupo:
 agus.c franco.e Luciano Urtubey
Fuente: