viernes, 1 de julio de 2011

La bruja Maruja



Texto: Liliana Cinetto
Imagen: María Delia Lozupone
La bruja Maruja quiere modernizar su vieja escoba para que vuele más rápido. Entonces, prepara una poción con plumas de lechuza, polvo de murciélago y otros ingredientes brujeriles. Pero, ¡bummmm!, el resultado no es el esperado. Sin embargo, Maruja no se da por vencida y encuentra una solución a su problema.

Con una receta
que le dio su abuela
la bruja Maruja
preparó un brebaje
lleno de burbujas.
Puso en su caldero
plumas de lechuza,
polvos de murciélago,
lágrimas de sapo
y hojas de muérdago.
¿Qué hace Maruja
con tanto cuidado
y con tanto esmero?
Quiere que su escoba
vuele más ligero
porque le dijeron:
—Las brujas modernas
ya no usan escobas
porque son muy lentas
y no están de moda.
Por eso Maruja
quiere transformar
a su escoba vieja
en super veloz
auto de carrera.
Cuando ya está lista
la extraña poción
la bruja Maruja
rocía su escoba
con gran emoción
y repite alegre
las palabras mágicas:
—Escoba, escobita,
serás la más rápida,
zim zalaca zum,
zim zalaca zom… .
Pero, entonces… ¡BUMMM!
Hay una explosión.
Vuelan por el aire
la escoba y la bruja.
La pobre Maruja
¡ay! se cae al suelo,
se da un coscorrón,
pierde su sombrero,
le sale un chichón.
Y llora amargada
la bruja Maruja.
Llora sin consuelo
al ver a su escoba
toda chamuscada.
¿Se da por vencida?
Pues no, para nada.
Busca otra receta
que tiene guardada.
¿Qué va a hacer ahora
para ser moderna?
Pues si ya no puede
viajar en escoba
tendrá que volar
con la aspiradora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario